La salida de la guerra redujo por dos veces las ayudas económicas al régimen de Saigón (primero por Nixon y después por el Congreso) hasta dejarlas en 700 millones de dólares anuales.
Este recorte en las ayudas aumentó aún más en 1975 lo que obligó a dejar en tierra a más de 200 aviones, la mitad de la fuerza aérea sur vietnamita.
Para el norte las cosas no marchaban mucho mejor. La política de acercamiento de Nixon a China (la famosa Diplomacia del Ping Pong de 1971 y la visita a Pekín de Nixon en 1972[33] ) hacía pensar en una disminución de la ayuda militar del gigante asiático a Vietnam del Norte.
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